La fábrica actual de la Catedral de Barcelona se levanta sobre una antigua construcción románica, que, a su vez, supuestamente, se superpone a una paleocristiana. 1600 años de historia de la ciudad construyendo un edificio con tanto significado. La cabecera gótica se acabó en 1338, conservando importantes elementos anteriores; hacia 1400 se acaba la nave y el campanario del reloj, pero el litúrgico no se corona hasta 1545; finalmente, entre 1882 y 1906 llegó la hora de la parte frontal, la fachada mayor y el cimborrio, que acabaron configurando una silueta fácilmente reconocible.